Guía de preparación de partidas (II): Brainstorming

Como cerrábamos en la anterior entrada, para afrontar de la mejor manera la preparación de partidas es imprescindible mecanizar ciertas partes y dividir todo el proceso en fases que podamos ir asumiendo y atacando en un divide y vencerás flexible para nosotros. Hoy vamos a hablar de la primera fase de todas: el brainstorming.


Brainstorming: una idea es una idea


Yo he llegado a estar tremendamente seco de ideas durante una temporada, sin que se me ocurriera nada para sacar una partida, ni siquiera una escena. Leía, veía series, ambientaciones... Pero nada de nada. Hasta que un día, no recuerdo donde, leí una de esas verdades de perogrullo que no por repetidas dejan de ser ciertas: los publicistas están obligados a tener ideas continuamente ya que se ganan la vida con ello.




En aquel momento, si fuera publicista, estaría viviendo debajo de un puente. 

Al final todo parte de una idea, y esta te puede dar para toda una aventura o para una escena concreta. Lo normal es que tengas la idea general de la trama y por donde va a ir, aunque sea muy a grandes rasgos, pero siempre se puede hilar una sesión a partir de una idea para un escena. El brainstorming es algo capital en tu preparación, es el semillero del cual vas a echar mano.

Por donde empezar


La idea del brainstorming no deja de ser la de una lluvia de ideas en las que anotemos conceptos que nos gustaría tener en una partida de rol, sin preocuparnos en desarrollarlas para nada sino solamente dejándolas escritas. Esto puede ser de todo: un tipo de enemigo, un suceso en particular, algo que hemos visto o leído y nos ha gustado...  Lo ideal a la hora de sacar ideas es empezar con preguntas que respondernos. La principal debería de ser ¿qué debería hacer para la próxima partida? pero es comprensible que esta, al ser una pregunta muy amplia, no nos sirva para arrancar de buenas a primeras, por lo que podemos recurrir a hacernos estas otras preguntas:
  • ¿Que tipo de sesión quiero? 
  • ¿Hay algo que quieran mis jugadores?
  • ¿Hay algún evento que quiera que ocurra? 
  • ¿Hay algún objetivo que los jugadores deban cumplir?
  • ¿Hay algún PNJ o enemigo que quiera usar?
  • ¿Qué debería estar haciendo el PNJ?
  • ¿Quiero centrarme en alguien en especial?

Muy posiblemente con alguna de estas preguntas salte la chispa; no te centres en pensar si es buena o no, apúntala lo más simple que puedas y sin llegar a desarrollarla en algún sitio que deberías de emplear en exclusiva para anotar estas ideas.

Ahora, hay que tener en cuenta una cosa: es fundamental que esto no sea únicamente algo que hagas a la hora de preparar partidas, sino siempre que tengas una idea. Para eso es recomendable que tengas una herramienta lo suficientemente cómoda como para que si tienes una idea la anotes allí, en cualquier momento. 

Como trabajo yo


Personalmente tengo tres lugares donde anotar estas ideas y luego ponerlas en común:

  • Una libreta Moleskine que llevo encima la gran mayoría del tiempo y procuro tener a mano donde sea, incluso en el trabajo. Normalmente llego, la saco cerca de dónde tengo mis papeles y si se me ocurre algo lo anoto allí sin pensar ni ampliar.
  • Una libreta de Evernote dedicada exclusivamente al brainstorming. Allí es donde cuando estoy en casa suelo anotar las ideas que vienen, sobre todo a la hora del desayuno, en la ducha o escribiendo para otras cosas.
  • Una libreta de Evernote para el brainstorming de cada partida. Con esto trato de discriminar un poco las ideas generales (que no tengo claro donde encajarlas) de las que podrían caber en una partida o campaña específica, pero siempre miro las dos antes de ponerme a idear cosas.
A nivel de herramientas hay una auténtica barbaridad, y lo ideal es que probéis varias hasta elegir la definitiva. Tenéis mil maneras de tenerlas anotadas de forma escrita (en mi caso la libreta Moleskine es puro pijerío), y en cuanto a herramientas online también hay muchas opciones en las que elegir; yo recomiendo Evernote pero podéis probar One Note (del que ya hablaron en Laboratorio Friki) o cualquiera otra aplicación, pero debería de cumplir cuatro requisitos imprescindibles:
  • Multiplataforma
  • Copia de seguridad en la nube
  • Fácil de usar
  • Fácil de organizar
El pedir estos requisitos no es más que por una cosa, y es que esta herramienta debería de acabar integrándose en tu día a día con naturalidad. Quieres manejar tus notas en cualquier momento (multiplataforma), no quieres perder la información si formateas o si no tienes acceso a tu PC en ese momento (copia en la nube), necesitas algo que no te de pereza manejar (fácil de usar) y con lo que puedas encontrar tus notas cuando las busques (fácil de organizar).

Quedarse corto o pasarse


Hacer poco brainstorming es empezar la casa por el tejado. Tendrás menos ideas a las que recurrir o casi ninguna y optarás por la que te parezca más fácil de desarrollar aunque no sea la mejor. No hacer brainstorming tiene otra contrapartida peligrosa, y es que nuestras sesiones se acabarán pareciendo mucho las unas a las otras por falta de originalidad. Está claro que nadie aquí va a reinventar la rueda, pero recurrir constantemente a ideas con las que nos sentimos cómodos acabará con nuestra partida siendo un aburrimiento.



Hacer mucho brainstorming, sin embargo, no es malo siempre que sepamos salir de esta fase y avanzar hacia las siguientes. Soltar ideas es un buen primer paso, atascarse aquí no llevará más que a tener un enorme catálogo de posibilidades por desarrollar. Y de catálogos no vive el hombre.

Mejorar nuestras ideas


La manera de ejercitar el brainstorming es la misma que para mejorar en muchas otras cosas que requieren creatividad: disciplina, convertirlo en un hábito y esforzarse en mejorar. Intenta sacar un hueco todos los días para escribir ideas y no te preocupes si te parecen toscas o un poco tontas; más adelante nos encargaremos de cribarlas. Aprovecha los ratos muertos para hacer por generar ideas: en las esperas en el médico, la cola del super, los viajes en metro...

Y sobre todo no dejes de intentarlo. Toda idea que saques, bien trabajada, puede ser una futura partida o un recurso útil para lo que ya estás dirigiendo así que cuanto mejor hagas el brainstorming mejores resultados acabarás obteniendo. No juzgues las ideas que saques, eso ya lo harás luego, y recuerda alimentar tu mente: lee, mira películas y series, juega a videojuegos, habla con otros DM...

En el próximo post hablaremos de la selección, o como aprender a elegir de entre todas esas ideas que tenemos.

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