Cooking RPG: Sausages & Dragons

Más de una y dos veces me he preguntado "¿qué podríamos comer durante la partida?". No me refiero a los típicos gusanitos, o patatas fritas de bolsa, me refiero a platos (más o menos) elaborados. Durante la partida semanal de Pendragón, jugando La Gran Campaña, decidimos preparar una sesión especial coincidiendo con Pentecostés y procuramos comer cosas de la época; el plato principal consistió en pollo asado relleno de ciruelas, y ahí fue cuando se me ocurrió elaborar un menú por cada juego. Obviamente, estas recomendaciones puedes obviarlas, simplemente tómalas como una forma de " alegrar", más si cabe, tu partida.

En las siguientes recetas no encontrarás cantidades (salvo en honrosas excepciones) porque habrá veces que cocines para 4, para 3 o para 6 personas. Pero esas cantidades serán facilmente averiguables por la descripción de la receta. Los tiempos son aproximados, todo depende de la maña que tengas.

Sausages & Dragons.

"Salchichas al vino para acompañar un buen D&D"
Dificultad: fácil.
Tiempo: 20 minutos.

Lo más importante de este plato son las salchichas. Deben ser de carnicería, nada de comprar porquerías precocidas en los supermercados... Yo las uso rojas (de cerdo) pero el plato funciona igual de bien con las blancas o con las de pollo.


Empezamos cociendo las salchichas para quitarles el exceso de grasa y pochando cebolla que habremos picado bien fino. Esto último lo hacemos a fuego medio para evitar que se nos queme, cuando veamos que la tenemos casi lista echamos sobre ella una cucharada de azúcar moreno (el blanco sirve igual, apenas se nota el cambio de sabor). Con esto lograremos un caramelizado rápido y sencillo, que es lo que buscamos con esta receta. Reservamos la cebolla y retiramos las salchichas del agua.


Consejo para el Cocinero Jugador: podemos usar cebolletas en lugar de cebolla. Son más dulces y su tiempo de cocción es menor.

A continuación, las salchichas habrán perdido gran parte de su grasa, las pasamos por la sartén donde hicimos la cebolla, vuelta y vuelta hasta que cojan color. Tras esto juntamos de nuevo la cebolla en la sartén y lo dejamos todo al fuego durante unos minutos.


Es hora de echar el vino. Yo lo usaba tinto, sirve perfectamente uno de tetrabrik, el típico peleón del kalimotxo. Pero últimamente estoy utilizando vino blanco (el de Serrada es espectacular) de cocina. Cubrimos las salchichas y ponemos el fuego a máxima potencia... ¡No te asustes! Empezará a salir mucho humo, ese es el alcohol del vino evaporándose. Pasado medio minuto (aproximadamente) puedes bajar el fuego a la mitad, a partir de aquí es importante que controles la cocción pues en un despiste puede evaporarse todo el vino y quemarse la comida.

Lo dicho, vigila la cocción y deja reducir el vino hasta que, gracias a la grasa de las salchichas y el azúcar de la cebolla, nos quede algo "espeso".


Servir en el momento. Puedes acompañarlas de unas ricas patatas fritas caseras y una buena cerveza... ¿No es un menú que cualquier aventurero disfrutaría en una taberna antes de embarcarse en su siguiente gesta?

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