Creando tabernas y mesones para tus JdR (1 de 2)

Recuperando mis publicaciones de Fanzine Rolero (en su anterior etapa) me he topado con un artículo que me gustó mucho. En él, doy ejemplos de tabernas que intentan (espero que os parezcan así) un tanto originales para que uno de los mayores clichés dentro de los juegos de rol no resulte aburrido.

El artículo original decía así:
"La taberna es el lugar más típico del mundo del rol. Es un antro donde se reúnen toda clase de personajes, incluyéndose los de los jugadores. En algunos hay un tablón lleno de misiones, en otro un grupo de samurais sentados en la barra y en otros hay habitaciones que se sitúan en el piso superior. No obstante, son todas iguales. 
No estoy diciendo que no deba haber tabernas, no. Sólo digo que... ¡seáis originales! ¿Y cómo podéis ser originales si usáis el mayor de los clichés de una partida de rol? Os propongo algunas alternativas para que los jugadores no se harten de esta clase de lugares de reunión, además de introducir algún evento para mantenerlos ocupados."

Pero como no os quiero ofrecer un copia y pega, que es algo vil y feo, aumenté el número de tabernas y os las presento divididas en dos artículos. Algunas tampoco son tabernas al uso, pero los PJs harán en estos lugares lo que harían en una taberna. Y, además, os doy unas cuantas ideas de mini-aventuras relacionadas con ellas. ¡Espero que os gusten!


Barco-taberna: Una taberna con forma de barco anclada en el puerto. Un grupo de borrachos inmortalizan la escena del Titanic en proa mientras una prostituta busca clientes en la cubierta. Dentro, un hombre sale de la bodega con más botellas de whisky mientras el dueño le da la llave de la habitación a un enano gruñón. Al despertarse los PJs se encuentran en otro puerto, ¡Ah! ¿No os había dicho que nos íbamos al puerto Caoba? dice el dueño. Un grupo se ríe al fondo, seguramente de la cara que han puesto los PJ. 

Sugerencia de nombres para la taberna: La canoa, La bien-aventurada, Fortuna. 



El destructor tomado: Tras un aterrizaje forzoso, los PJs por fin ponen los pies en tierra. La nave ya no daba más de sí y podía haber explotado en cualquier momento, materializándose este peligro en forma de chispas y en humo. Los PJs se ponen en guardia, ¿de quién será tan enorme destructor? ¿Será de propiedad imperial y por lo tanto será el fin de sus días de piratería? De entre las naves del hangar aparece un hombrecillo verde con protuberancias en su cabeza y siete ojos redondeados. Se llama Fred y les da la bienvenida ofreciéndoles una copa en el bar que han montado en aquella nave. El antiguo destructor es ahora una ciudad sin ley pero con gente amable y llena de buenas intenciones. O eso se creen los PJs…

Sugerencia de nombres para la taberna: El hangar borracho, Aterriza como puedas, Ingeniería de copas.


Alcantarilla-taberna: Taberna situada en pleno alcantarillado y rozando la ilegalidad. Las ratas pasean por el húmedo suelo y hasta una de ellas come de los restos de encima de la barra. El dueño abrillanta los vasos con saliva y un paño ennegrecido, algo que no parece asquear al cliente que le pide otra cerveza. Tienen habitaciones casi gratuitas entre paredes finas creadas con restos de madera quemada llena de termitas. Las suites están en huecos naturales en las paredes. Los PJ se lamentan de haber gastado tanto dinero en esas espadas tan buenas y aceptan dormir allí. Uno de ellos sugiere dormir al aire libre, pero los demás no soportarían otra noche sin dormir y rodeados de lobos. Igualmente no van a descansar. Los guardias descubrirán el garito y arrestarán a todos los que están allí esa misma noche.

Sugerencia de nombres para la taberna: La casa de las ratas, El Pozo, Gangrena. 


El Oasis: ¿Quién en su sano juicio cree que es buena idea montar un bar en un oasis? Pues el bueno de Mohamed, un mercader que en sus años mozos se perdió en el desierto y lo primero que hizo al encontrar la civilización fue tomarse una buena jarra de cerveza. Su sueño desde entonces fue regentar un bar en el oasis. Los PJs, aún sorprendidos por su historia, le piden una ronda. Mohamed también les ofrece habitaciones, que les permitirán dormir sin sobresaltos. Pero estas habitaciones, en pleno desierto, deben ser compartidas por una enorme serpiente, una comunidad de escorpiones y un extraño fantasma que les animará a seguirle hasta “el yermo encantado”, ¡qué majo!

Sugerencia de nombres para la taberna: Oasis, Oro del desierto, Arena y cerveza.




Cueva-taberna: En una ciudad donde está prohibida la venta de alcohol, no puede haber una taberna. Pero un hombre ingenioso ha levantado una en una cueva cerca de la entrada de ésta, un lugar donde los guardias de la ciudad no tienen jurisdicción. Unos tablones de madera tapan una enorme grieta. Quizás la cueva sea mucho más grande, pero la falta de iluminación sería un problema. Las velas adornan toda la estancia junto con las mesas improvisadas, de las cuales hay una que antes era un ataúd. En la zona más oscura se sienta un tal Érborah, que trafica con toda clase de artefactos mágicos prohibidos. También vende objetos robados pero en menor medida. Y cuando los PJ se acomodan y disfrutan de los cánticos de un grupo de bardos borrachos que usan su voz para vengarse de la maldad de sus suegras, un ruido alerta a los más sobrios. Un viento proveniente de la grieta tira los tablones que la tapaban y apaga todas las velas. Se empiezan a escuchar los primeros gritos de pánico y de dolor. El miedo inunda la sala. ¿Qué estará pasando? ¿Qué hay detrás de aquella grieta?

Sugerencia de nombres para la taberna: La cueva, Casa de piedra.


La mina: Una antigua mina abandonada no es desde luego el lugar más seguro del mundo, pero no parece importarle a nadie. Se trata de un lugar escondido y resguardado de los curiosos, situado cerca del cruce entre Carrera Blanca y Alción y que cuenta con cuadras. La taberna se encuentra tras atravesar una larga galería, en un hueco donde almacenaban el carbón, el cual manchará la ropa de los PJs aunque no lo deseen. En medio de la noche, se escucha el tañido de una campana, ¡vienen los guardias! ¿¡Los guardias!? ¿Qué hacen aquí? Y sin darse cuenta, los PJs están subidos en una vagoneta rumbo a saber dios donde en medio de una mina abandonada de carbón.

Sugerencia de nombres para la taberna: Al final del túnel, Raíles, Carbón y cerveza.


Taberna de lujo: O lo que viene siendo lo mismo, una cafetería. Unos refinados elfos miran con asco a los mugrientos PJ que acaban de entrar. El que parece ser el dueño les pide que abandonen su local, pero uno de ellos le enseña una bolsa llena de dinero. Ellos querían un día de lujo después de derrotar a dos ogros y un gigante. El hombre les deja pasar pero los lleva a un lugar más íntimo. Más tarde, un grito hace que se levanten y saquen sus armas. Al parecer, el dueño se ha desplomado después de tratar de huir con un hacha clavada en la espalda. Los clientes miran con recelo a los PJ. Una señora gorda y adinerada se desmaya mientras su marido la sujeta. El día de lujos se ha convertido en otro fatídico día de lucha y aventura. 

Sugerencia de nombres para la taberna: Aroma, Royalti.


Taberna de los hombres pájaro: Tras haber perdido el rastro del carguero, los PJs deciden darse un descanso y buscan en el planeta rocoso un lugar adecuado. No hay muchas posibilidades en un planeta como este, así que no les queda otra que conformarse con el primer lugar que encuentran. El alcohol no es del todo malo, si es que es alcohol, claro y nadie de la tripulación entiende el idioma de esos hombrecillos alados. Parece que insisten en que coman unas frutas que tienen una pinta estupenda. Lástima que sean alucinógenas.

Sugerencia de nombres para la taberna: Los PJs podrían buscarle un apodo, el cartel parece que dice algo como “Arandela”, pero nadie entiende ese idioma cuneiforme.


Club privado: Los PJ son invitados por un hombre llamado Rauru, el cual les ofrece mucho dinero por un trabajito. Deben decir una contraseña al portero para poder pasar. Éste les habla desde una ranura de la puerta a través de la cual sólo se le ven los ojos. Una contraseña ridícula enrojece a uno de los PJ, pero no parece perturbar al portero, que les deja pasar y les obliga a entregar todas las armas. Uno de ellos trata de esconder una daga, pero le descubren. Demasiado tiempo en aquel trabajo. Y cuando terminan de cenar, Rauru aparece sobre el escenario vestido de mujer y contoneándose: Chicos, ¿os lo estáis pasando bien? ¡Si el show no ha empezado! Los PJ se mueren de vergüenza y temen lo que puede mandarles hacer Rauru. 

Sugerencia de nombres para la taberna: Casa de brujas, Casa roja, Beso del diablo. 

1 comentario:

Todos los comentarios que contengan enlaces externos al Bastión Rolero, spam intencionado, faltas de educación, insultos y demás serán moderados y convenientemente eliminados.